Orizaba, Ver., 26 de septiembre de 2025 (Eliseo Morales). – Mientras la burocracia de la Secretaría de Salud permanece pasiva, 102 bebés hijos de madres con VIH enfrentan una crisis humanitaria: la escasez de leche en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención de SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS).
El integrante del Grupo Multisectorial en VIH–SIDA, Jairo Guarneros Sosa, advirtió que esta omisión pone en riesgo la vida de los infantes, pues las madres no pueden lactarlos debido a que la leche materna es una vía comprobada de transmisión del virus.
De acuerdo con Guarneros, cada mes se requieren cerca de mil latas de fórmula para cubrir las necesidades de los menores, pero los almacenes se encuentran vacíos. “Estamos hablando de bebés que deben ser alimentados y las madres no pueden hacerlo. Estos 102 niños tienen control en los CAPASITS, pero hoy enfrentan la disyuntiva de ser amamantados con riesgo de infección o quedarse sin alimento”, sentenció.
Ante la inacción del sector salud, organizaciones civiles ya preparan una campaña de recolección de leche, apelando a la solidaridad ciudadana. Sin embargo, Guarneros subrayó que esta medida no exime la responsabilidad del Estado. “Podemos seguir cuestionando a la autoridad de Salud, pero lo urgente ahora es alimentar a estos niños. El riesgo es grave y la indiferencia de las autoridades es criminal”, recalcó.
La falta de un insumo básico como la leche infantil no solo exhibe la precariedad del sistema, sino también la negligencia institucional frente a un problema de vida o muerte que debería ser atendido de manera inmediata.